Escrito el lunes, 26 de octubre de 2009 a las 16:46 h. por Silberius de Ura siendo Abad
Cuando la luz del mundo se apaga...
Cuando el monje rinde su voluntad y se entrega, y la energía vital abandona su cuerpo,.
Cuando, más allá de la profunda tristeza por el hermano ausente, los monjes elevan sus voces pidiendo para él, suplicantes, la luz perpetua.
Hace algunos años, fizo este pobre Abad este Réquiem.
Sírvate para encontrar consuelo, o para bajar a las profundidades de la tristeza, con el deseo de la recuperación.